Delicado, sabroso y apariencia irresitible, hacen de él un postre indispensable en nuestro recetario.
Vamos a la receta.
INGREDIENTES:
250 gr de queso crema, tipo Philadelphia, mascarpone....
140 gr de azúcar
120 gr de harina, (la mitad, mas o menos de Maicena)
100 ml de leche entera
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
6 huevos, separadas claras de yemas.
1 pizca de sal
1 cucharada de zumo de limón
1 sobre de gasificante ( el sobre morado)
Lo primero que haremos será preparar el horno, poniéndolo a unos 160º y colocando sobre la bandeja un recipiente con agua, en el que quepa nuestro molde, ya que hornearemos el pastel al baño maría.
Mezclamos las dos harinas y las tamizamos. Separamos las claras de las yemas. Reservamos.
Mezclamos en un bol el queso crema, la mantequilla y la leche, todo a temperatura ambiente, con la batidora.
Añadiremos las yemas, las harinas, la sal y el zumo de limón y volvemos a batir bien, hasta que esté todo bien integrado. Reservamos.
Montamos las claras, preferiblemente en un recipiente de acero inoxidable.
Iremos montándolas con las varillas eléctricas a baja velocidad e incorporando el azúcar y el sobre de gasificante, poco a poco....
Una vez integrado todo y cuando las claras ya estén montándose, aumentaremos la velocidad de las varillas, hasta conseguir punto de nieve.
Ahora mezclaremos las claras montadas con la masa anterior ( la del queso) con movimientos envolventes y delicados ( muy importante no acelerarse ).
Introducimos en el horno, (metiendo nuestro molde dentro del recipiente con agua, recordad baño maría) y horneamos aproximadamente sobre una hora o un poco menos, (depende del horno) a 160º.
Pasado ese tiempo, apagamos el horno y dejamos el pastel reposar con la puerta abierta, durante unos minutos.
Se puede servir con mermelada de fresa, coulis de fresa , azúcar glas por encima....
Como consejo os diré que mejor fría y pasadas unas horas.