Rico, fresco, precioso a la vista y sin pasarse de dulce , ya que las fresas le añaden ese toque ácido.
Muy bueno para cualquier ocasión.
INGREDIENTES:
(para el bizcocho)
4 huevos
150 gr de azúcar
150 gr de harina
1/2 sobre de levadura
una cucharadita de azúcar avainillado
una pizca de sal
(para el relleno y cobertura)
500 gr nata montada
250 gr queso mascarpone
Azúcar glas al gusto
Fresas limpias y troceadas, reservando alguna para decorar.
PREPARACIÓN:
Lo primero haremos la plancha del bizcocho. Para ello pondremos en un bol los huevos con el azúcar (y el azúcar avainillado) y los batiremos, mejor con varillas eléctricas, hasta que espumen.
Añadimos la harina, la levadura y la sal y mezclamos bien, con las varillas.
Preparamos una bandeja de horno con papel de hornear y repartimos la mezcla por toda la superficie porcurando que quede igualada.
Con el horno precalentado a 180º, introducimos la bandeja con la masa y horneamos durante unos 10 minutos, hasta que se dore.
Sacamos del horno y con la ayuda de un paño limpio, enrollamos la plancha de bizcocho sobre sí misma, dejándola en esa posición hasta que enfríe.
Ahora prepararemos el relleno y cobertura.
Montamos la nata con un poco de azúcar glas, si es que no está montada.
Aparte batimos el mascarpone con otro poco de azúcar glas.
Una vez consegido, mezclamos las dos partes, con movimientos envolventes para que la nata no se baje.
Separamos un poco para la cobertura.
A la parte que será el relleno le añadimos las fresas troceadas y mezclamos bien.
Desenrollamos el bizcocho y repartimos el relleno generosamente por toda la plancha. Volvemos a enrollar dejando la terminación hacia abajo, apoyado sobre la bandeja de presentación.
Procedemos a untar toda la superficie visible con la nata reservada (sin fresas) y para adornar ayudándonos de un tenedor le hacemos unas estrías.
Colocamos alguna fresa de adorno y listo.
Conservar en frio hasta el momento de servir.
* En este caso no hace falta emborrachar el bizcocho porque las fresas aportan la suficiente humedad.
