Sencillo pero bueno bueno y la salsa.....para olvidarse de dietas y coger un buen pan para acabar con ella, ;).
A ver que os parece, aunque seguro que más de una y de uno lo cocináis así.
INGREDIENTES:
1 pollo troceado
1 cebolla grande
4 zanahorias
1 diente de ajo
1/2 vaso de vino blanco
1/2 vaso de agua
Patatas para la guarnición.
PREPARACIÓN:
Pasamos los trozos de pollo por harina y los doramos en una sartén con poco aceite.
Reservamos.
En ese mismo aceite poenmos a pochar la cebolla cortada en trozos no muy pequeños y la zanahoria en rodajas. Les añadimos un poquito de sal para que suden bien.
Una vez pochadas, añadimos los trozos de pollo y regamos con el vino blanco. Dejamos un momento que se evapore el alcohol.
Seguidamente añadimos el agua, ponemos al y dejamos que se vaya haciendo a fuego medio-bajo, tapado parcialmente.
De vez en cuando iremos moviendo el pollo, dándole vueltas para que no se queme ni se pegue.
Pasada una hora larga, a fuego medio-bajo, como os he dicho, sacamos los trozos de pollo, y pasamos la salsa por un pasapuré.
Después colocamos de nuevo los trozos de pollo en la cazuela y le ponemos la salsa por encima. Dejamos a fuego suave mientras freímos las patatas.
Una vez fritas las añadimos a la cazuela y dejamos cocer unos minutos, para que cojan el sabor del pollo.
Rectificamos el punto de sal, y listo.
Podemos servir con las patatas y una ensalada simple de lechuga, tomate y cebolla.
Yo hice las patatas con un corta pastas para darles un toque primaveral. Con los bordes que iban sobrando y unas zanahorias más preparé una crema de zanahoria para la cena. Un menú completo.
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| Esta vez en vez de leche o nata, le añadí tres lonchas de queso. |
