Son una delicia, de sabor suave y muy esponjosos, con un toque de mantequilla que los hace únicos.
Se pueden comer tal cual o rellenarlos de nata, mantequilla, mermelada.....En casa hemos probado con nata y están RICOS con mayúsculas.
No me enrollo y mejor os pongo la receta y la foto para que lo veais con vuestros propios ojos.
Atreveos a hacerlos, porque no son nada complicados, aunque no lo creais, y seguro que es un éxito en vuestra casa.
INGREDIENTES:
25 gr de levadura fresca (prensada)
125 gr de mantequilla de buena calidad.
200 ml de leche
85 gr de azúcar
1 cucharadita de azúcar avainillado
2 huevos
Unos 600 gr de harina fuerza.
PREPARACIÓN:
Derretimos la mantequilla y le añadimos la leche. La temperatura no debe ser alta, más bien templada. Si es necesario dejaremos enfriar un poco para poder añadir la levadura desmenuzada.
Añadimos la levadura, como os he dicho y la deshacemos bien.
Añadimos después los azúcares y mezclamos. Seguidamente los huevos y volvemos a mezclar bien.
Por último agregamos la harina en dos o tres veces, mezclando bien de cada vez.
Amasamos con las manos hasta conseguir una masa fina, muy fácil de trabajar.
No se os pegará por la mantequilla usada.
Le damos forma de bola y lo dejamos levar hasta que doble su volumen, más o menos una hora, en un lugar cálido sin corrientes de aire.
Pasado ese tiempo volvemos a amasar para quitar el aire .
Cojemos porciones pequeñas de masa y lo estiramos a modo de gusano.
Lo ideal es hacer de tres en tres porciones para ir trenzandolas entre si y despues enrollarlas dandoles forma de bollo.
Podeis darles la forma que más os guste aunque trenzados quedan espectaculares.
Ahora vereis en las fotos a lo que me refiero.
Colocamos los bollos en la bandeja del horno sobre papel de hornear y cubrimos con un paño para dejarlos levar de nuevo.
Otra hora o quizás un poco menos.
Necesitamos el horno a 200º (temperatura alta).
Metemos la bandeja con los bollos en el horno y horneamos durante unos 5/7 minutos a esa temperatura.
Hasta que cojan un color dorado que nos diga que ya están listos.
Se hornean muy rápido asi que cuidado de que no se quemen.
Al sacarlos del horno los pintamos con mantequilla y espolvoreamos de azúcar. Dejamos enfriar sobre una rejilla y listo.....ricos, es poco.
Os dejo unas cuantas fotos porque quedaron tan bien que me volví loca haciendolas.
