Algunas dulces, otras saladas, pero todas estupendas, probadas y aprobadas por los miembros del jurado....mi familia.
He querido empezar con estas magadalenas porque son exquisitas, y lo digo yo que no soy muy de magdalenas, pero he de reconocer que estas me han encantado.
Se llaman así, no por su aspecto con un gran copete o barriga, si no por su creador, Xavier Barriga, un famoso panadero que ha dado en el clavo con la receta consiguiendo unas magdalenas espectaculares.
Os voy a dar los ingredientes y unos pequeños trucos para que os salgan bien altas, cosa que perseguimos todas y todos los que buscamos la magdalena perfecta, verdad?.
Ahí vamos.
INGREDIENTES: (para unas 12 magdalenas)
2 huevos
130 gr de azúcar
1 cucharada de azúcar invertido.
45 ml de leche
140 ml de aceite de girasol
160 gr de harina
4 gr de levadura ( una cucharadita)
Ralladura de naranja ( media naranja +/-)
una pizca de sal.
PREPARACIÓN:
Batimos los huevos junto con el azúcar hasta que queden blanquecinos y aumenten de volumen, unos 10 minutos. (Este paso es muy importante).
Añadimos la leche y seguimos batiendo. Despues , sin dejar de batir, el aceite en forma de hilo, no de golpe.
Ahora agregamos el azúcar invertido y la ralladura de naranja y volvemos a batir bien.
Podemos usar la batidora eléctrica o unas varillas para todo el batido.
Aparte tamizamos la harina junto la levadura y la pizca de sal y se añadimos a la mezcla líquida.
Mezclamos bien , tapamos con film trasparente y lo metemos en la nevera durante una hora, más o menos.
Pasado ese tiempo ponemos el horno a precalentar a 210º.
Colocamos las capsulas para magdalenas dentro de moldes rígidos , pueden ser flaneras individuales de aluminio, acero inoxidable.....
Rellenamos las cápsulas casi hasta arriba e introducimos los moldes en el horno.
Bajamos la temperatura unos grados, hasta 180º, y dejamos que se hagan poco a poco , durante unos 20 minutos.
Iréis viendo como van subiendo y reventando.
Si queréis podeis poner encima de cada magdalena, antes de introducirlas en el horno una pizca de azúcar.
Cuando veais que están hechas y bien altas podeís sacarlas y dejarlas enfriar sobre una rejilla.
