Mezclando unos ingredientes básicos se consigue una tarta deliciosa y lo más llamativo es que ella sola forma tres texturas diferentes ; una capa compacta, un relleno de crema y una capa de bizcocho.....no os lo creeis? Pues mirad.
INGREDIENTES:
4 huevos ( separando las claras de las yemas)
1 cda agua o un poco más
150 gr de azúcar común
125 gr de mantequilla derretida
115 gr de harina
1/2 litro de leche tibia
esencia de vainilla unas gotas
PREPARACIÓN:
Preparamos un molde con mantequilla y harina.
En un bol , mejor hondo, ponemos las yemas, con el azúcar y el agua. Batimos bien con las varillas eléctricas.
Añadimos la mantequilla derretida y enfriada y seguimos batiendo.
Incorporamos la leche tibia y seguimos con las varillas.
Ahora tamizamos la harina y se la vamos agregando sin dejar de batir.
Aparte montamos las claras a punto de nieve.
Las incorporamos a la mezcla, con una espátula o cuchara de madera, con movimientos envolventes de abajo a arriba para que las claras no pierdan volumen.
Vertemos la mezcla en el molde y horneamos a 160º durante unos 50 minutos, vigilando que no se dore demasiado. Si fuera necesario podéis taparla a media cocción con papel de aluminio.
Comprobamos el punto con una brocheta y cuando salga limpia estará lista.
Dejamos enfriar, espolvoreamos con azúcar glas y reservamos en el frigorífico hasta el momento de degustarla. Está mucho más buena al día siguiente después de haber reposado en frío.
El único inconveniente es que no puede desmoldarse sin que sufra daños, así que lo mejor es presentarla en porciones.
* No cito fuentes porque como os dije la vi en muchos blogs y no quiero desmerecer el trabajo de nadie ya que no se quien la descubrió.