Hay quien las prepara de otra de manera pero yo os cuento como lo hacemos en mi casa.
Nos encantan y siempre son un éxito.....eso sí, acompañadlas de un buen pan porque la salsa vuela!!!
Almejas ( en esta receta pusimos 1 Kg)
3 dientes de ajo
1 cebolla mediana picada.
perejil fresco picado
1 vasito de vino blanco
1 vaso de agua o de caldo de pescado ( yo usé el agua de cocer los mejillones)
1 cucharada sopera colmada de harina
Aceite de oliva virgen extra
Sal
PREPARACIÓN:
Lavamos bien las almejas, importantísimo.
Después picamos finamente el ajo , la cebolla y el perejil y reservamos por separado.
En una cazuela, mejor de barro, ponemos tres o cuatro cucharadas de aceite de Oliva Virgen Extra y cuando esté caliente añadimos el ajo picado y la cebolla. Antes de que se doren añadimos la harina y cocinamos un poco sin que se queme.
Después añadimos las almejas y las regamos con el vino blanco. Rehogamos un par de minutos para que se evapore el alcohol y añadimos el agua o el caldo, removemos moviendo la cazuela con nuestras manos con movimientos circulares y dejamos que se vayan cocinando. Añadimos la sal.
Las almejas se irán abriendo poco a poco y la salsa irá espesándose. Todo a fuego lento.
Ahora iremos probando la salsa, para comprobar el punto de sal y la consistencia. Rectificamos la sal, si fuese necesario y añadiremos más agua si la salsa se espesa demasiado, eso ya a vuestro gusto.
Tened en cuenta que al enfriarse espesa más, por si os sobran para otro momento.
Por último cuando estén todas abiertas, ponemos el perejil repartidos por encima.
Servir caliente.
* En esta receta es muy importante mover repetidamente la cazuela con nuestras manos, para que se vayan abriendo todas las almejas.
¡¡¡Buen fin de semana a todos!!!